Tras 45 días en el cargo, Liz Truss, la primera ministra del Reino Unido ha renunciado a su cargo, y pedido perdón a la ciudadanía por el impulso a políticas públicas de carácter económico, muy poco favorables y populares para el pueblo de aquel país.
“No puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida”, declaró.
Las medidas impopulares de Truss consistía en bajar impuestos a los más ricos de aquel país, con el fin de disminuir los precios de los energéticos ante la escasez generada por la guerra ilegal entre Rusia y Ucrania, al igual que de los demás bienes y servicios producidos en aquel país.
Además, según el plan, a medida que, el gobierno les baje los impuestos a las empresas, éstas, tendrán el incentivo de contratar a más personal e incluso de bajar sus costos finales al público en general, lo cual se traduciría en una actividad económica más dinámica, a fin de poder salir de la recesión que vive RU.
Sin embargo, desde el primer momento en el que se implementaron estas políticas, los mercados ingleses no las recibieron con aprecio, pues la libra bajó, casi hasta llegar a la paridad con el dólar estadounidense, y debido a esto, el banco central estuvo a punto de la bancarrota.
Ante la implementación de estos planes infructuosos y mal recibidos por parte de los mercados, Liz presentó su renuncia este 20 de octubre de 2022, sin embargo, ella no terminará su gestión hasta que haya un nuevo remplazo para suplir todas sus funciones.
