Para el crimen organizado fue más fácil localizar al prófugo de la justicia, que a las autoridades encargadas de impartirla.
Ante el tiroteo que se vivió este 1 de noviembre de 2022, en Costco Puebla, las autoridades ministeriales revelaron que el hombre que murió baleado en su auto, fue Fernando Castillo Urbina, un abogado que había cometido distintos crímenes en el Estado poblano, pero que la autoridad jamás respondió como verdaderamente debía hacer.
Urbano Castillo, estuvo preso en el Cereso de San Miguel, por el uso indebido de amparos, además de la falsificación de documentos que eran uso exclusivo de la Procuraduría General de Justicia, y de cometer el delito conocido como “fraude genérico”.
Por si fuera poco, el ahora occiso cometió fraude a Banamex por 17.5 millones de pesos.
Además, el abogado fue acusado por su ex esposa de violencia de género y violencia vicaria, apenas unos días atrás. “… El hombre que me privó de la libertad embarazada de sus hijos, que me golpeaba y me dejaba sin comer, al grado de intentar asfixiarme y mandarme al hospital donde casi pierdo a mis hijos!! Ahora mi agresor no solo ejerce violencia de género contra mi persona sino que también está ejerciendo la violencia vicaria!! Estoy desesperada!!”, publicó la víctima en su cuenta de Facebook.
Para el día de su muerte, Fernando contaba con al menos 6 procesos penales en su contra, y algunos requerían orden de aprehensión, sin embargo, la autoridad no había cumplido con sus obligaciones actuales.
