En un ambicioso plan para reordenar y actualizar el transporte público, el gobierno de Puebla anunció un apoyo directo del 20 % del enganche a fondo perdido para concesionarios y permisionarios que decidan sustituir unidades con antigüedad 2015 o anterior, el respaldo incluye vehículos híbridos, eléctricos o de bajas emisiones.
La iniciativa cuenta con un fondo inicial de 200 millones de pesos y se complementa con un esquema de financiamiento para cubrir el resto del valor del vehículo, sin presionar a los transportistas. Además, se suprimieron varios trámites costosos: el cambio de concesión, que antes costaba unos 34 mil pesos, quedó en cero; se cancelaron adeudos acumulados; y la vigencia de taxis se amplió de siete a diez años.
También se redujo drásticamente el costo de certificación para operadores, pues pasó de 700 a solo 20 pesos, en conjunto con otras medidas, como la “revista vehicular” ya aprobada por más de 19 mil unidades, se busca regularizar el parque vehicular, mejorar la calidad y seguridad del servicio y profesionalizar a conductores.
La administración estatal justificó el programa como una respuesta al “abandono” de más de 12 años del transporte público y como un esfuerzo por alinear el sistema con exigencias ambientales, de seguridad y equidad para que el apoyo vaya directamente a transportistas cumplidos, no a quienes concentran permisos.
Con este impulso, el gobierno busca dar un giro real al transporte en Puebla, incentivando la renovación vehicular, reduciendo trámites y ofreciendo condiciones más dignas para quienes mueven a la ciudad.




