Tras el accidente fatal en la Vía Atlixcáyotl que costó la vida de dos jóvenes y dejó a una tercera persona con muerte cerebral, la polémica en torno a quién debe asumir la responsabilidad se intensificó, ya que para Morena Puebla, la culpa recae directamente en el gobierno de San Andrés Cholula, encabezado por Guadalupe Cuautle Torres, al acusarlo de omisión e indiferencia ante las carreras ilegales que, aseguran, ya eran conocidas.
La dirigencia estatal del partido, encabezada por Olga Romero Garci-Crespo, argumenta que la falta de coordinación y de operativos constantes provocó que la madrugada del sábado derivara en tragedia, pese a admitir que la vía es estatal, insistió en que el municipio debe involucrarse más activamente para frenar este tipo de actividades.
Pero no todos coinciden con esa visión, ya que el presidente del Congreso local, Pavel Gaspar, señaló que la tarea de prevenir arrancones no puede recaer solo en un municipio, sino que debe ser una acción conjunta entre todos los ayuntamientos de la zona metropolitana, especialmente en rutas usadas para estas prácticas.
Por su parte, el municipio de San Andrés Cholula respondió que el accidente ocurrió dentro del territorio jurisdiccional de la capital poblana y que, en ese momento, no se les permitió intervenir, aun así, refrendó su disposición para colaborar con el gobierno estatal y reiteró que ya ha realizado operativos en coordinación con fuerzas estatales.
Ante este contexto, el gobierno estatal propuso trasladar las “carreras” a espacios controlados, como el Autódromo Miguel E. Abed en Amozoc, con la intención de ofrecer una salida legal a quienes buscan velocidad sin poner en riesgo vidas ajenas. La discusión expone una realidad evidente: más allá de culpas, se necesita coordinación, vigilancia eficaz y opciones seguras que reduzcan tragedias y mientras eso no ocurra, las familias de las víctimas, la sociedad y las autoridades siguen buscando respuestas.
