Pobladores del municipio de Castaños en Coahuila junto con la policía municipal de la zona mataron a un pequeño osezno negro de tan sólo 4 meses de edad que buscaba un poco de agua para subsistir.
Los hechos quedaron documentados en distintos videos y fotografías, en donde se aprecia a las personas e incluso los elementos de seguridad pública tomarse fotografías y posar con el cadáver del oso que se encontraba amordazado; según se muestra, los pobladores lo amarraron con cuerdas, lo apalearon, y lo asfixiaron. Una muestra más de la estupidez de algunas personas, y su escasa capacidad neuronal para coexistir en un mundo que no les pertenece exclusivamente a los humanos.
Esta es una especie en peligro de extinción y cualquier acción que atente contra ella es considerada como un delito, por lo cual la PROFEPA está en proceso de levantar una denuncia penal contra aquellos que mataron al pequeño oso.
En realidad, no sabemos si esa gente es algún tipo de tribu salvaje que se perdió y que tal vez come animales crudos, pero lo que sí sabemos es que todos los participantes, incluyendo a la policía que presencio el acto y cooperó abiertamente para el asesinato, deben pagar por los delitos en contra de la biodiversidad.
Una de las cosas más aterradoras de esta situación es sin duda la manera en la cual sonríen y disfrutan cometer ese acto, pareciera una escena de película de terror, al parecer ninguno de ellos está asustado ni sorprendido, muy por el contrario, pareciera que esta no es la primera vez.
Que descanse en paz el bebé oso, y que se castigue a esa estúpida gente.
¡ATENCIÓN! El contenido que se muestra a continuación puede no ser apto para todas las personas.
