En presencia del ministro de Defensa del Kremlin, el general Serguéi Surovikin, comandante designado por Vladimir Putin, admitió la derrota en la ciudad de Kherson, e informó a todas sus tropas alejarse inmediatamente de esa capital regional que, mediante unas elecciones ilegales, Rusia anexó como parte de su territorio.
“Proceda a la retirada de las tropas y adopte todas las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dniéper”, ordenó Serguei Shoigu.
Cabe mencionar que Surovikin asumió apenas en octubre el liderazgo de todas las tropas rusas en Ucrania, y que, según su informe, el propósito principal de la retirada es proteger la vida de los civiles y militares en la zona.
“Vamos a salvar la vida de nuestros soldados y la capacidad de combate de nuestras unidades. Mantenerlos en la orilla derecha (occidental) es inútil. Algunos de ellos pueden ser utilizados en otros frentes”, mencionó.
Por su parte, el presidente Volodomir Zelensky, aseveró que el plan ruso es atraer al ejército ucraniano mediante una falsa retirada, para posterior, librar una batalla atrincherada.
