Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila, agrega y quita bienes muebles e inmuebles en su declaración patrimonial, según le convenga, dándose también una vida de lujo con bastantes excesos; tan sólo en su última declaración patrimonial en mayo de 2022, Miguel refirió tener 6 vehículos con un valor en conjunto mayor a los 2 millones de pesos, la mitad de los vehículos comprados fueron de contado.
Del mismo modo, el priista sostuvo tener en el 2017, cuatro bienes inmuebles, tres casas y un terreno, sin embargo, el mandatario estatal de esa entidad no especificó detalles sobre el valor o características de lo reportado; para los siguientes dos años, el 2018 y 2019, el coahuilense reportó no poseer ningún bien inmueble, dejando de un lado los detalles de si los vendió, si los había donado, o alguna situación similar, simplemente dejaron de existir. Para 2020 y 2021 aparecieron dos casas.
También en su declaración especifica que sus únicos ingresos los obtiene como servidor público, mismos que ascienden a 1.2 millones de pesos anuales, ganando mensualmente la módica cantidad de 107 mil 155 pesos, al respecto, el gobernador aseguró que sus ingresos anuales fueron de 7.4 millones de pesos, es decir, multiplicó por seis sus ingresos de un año a otro, ya que para alcanzar esa cifra su sueldo debió haber sido de $616,666 pesos al mes.
Este pudo haber sido un resbalón de verdad, o una verdad a medias de algo que el gobernador priista, como muchos otros intentan ocultar.
