El grupo de poblanos invidentes partió desde el Paseo Bravo para llegar a la puerta del Palacio Municipal y culminar su protesta en Casa Aguayo, en donde entregaron un escrito en el que expusieron que desde hace dos años, han solicitado apoyo para la mejora de las calles y la aplicación de infraestructura para invidentes en las colonias.
Por tercer año consecutivo, integrantes de la Asociación Cultural y Recreativa para la proyección del invidente en Puebla (ACRIP), se manifestaron en el primer cuadro de la ciudad para exigir a las autoridades rehabilitar las guías y señalamientos podotáctiles, así como las banquetas, ya que han sido víctimas de caídas y accidentes.
El grupo de poblanos invidentes partió desde el Paseo Bravo para llegar a la puerta del Palacio Municipal y culminar su protesta en Casa Aguayo, en donde entregaron un escrito en el que expusieron que desde hace dos años, han solicitado apoyo para la mejora de las calles y la aplicación de infraestructura para invidentes en las colonias.
«Este es el tercer año consecutivo que lo vamos a hacer en los dos anteriores, nos ha salido a recibir alguien, nos dicen que le van a dar seguimiento a nuestras peticiones y nunca se han vuelto a aparecer en la Asociación, no hemos obtenido ni una sola llamada telefónica para mostrar el interés de darle seguimiento», dijo en entrevista, el presidente de ACRIP, Alejandro Ramírez.
Bajo la consigna «Sí a la inclusión, no a la discriminación», recorrieron las calles del Centro Historico de Puebla, con el objetivo de concientizar a la sociedad respecto a su condición, ya que, a su decir, se ha perdido la solidaridad e incluso han sufrido discriminación por parte de los peatones.
La petición principal fue la rehabilitación de las guías podotáctiles, puesto que estas marcan su camino, así mismo, su implementación en la zona nororiente del centro y la colocación de esta infraestructura vial incluyente en colonias y juntas auxiliares. A la par, solicitaron incluir a su sector en las vacantes laborales, ya que, pese a su condición, buscan ser proactivos y no convertirse en una carga económica para su familia.
«Antes había más apertura porque había cosas para envasar, embolsar, empaquetar, contestar teléfonos, manejar un elevador, todo eso ya la tecnología no los ha quitado, ahora ya lo hacen máquinas, robots, los trabajos manuales, que es donde nosotros mostrábamos mucha destreza ya no los hay», dijo.
Por: Leslie Mora