Se estima que un 25 por ciento del parque vehicular en su totalidad en México, es de los llamados “autos chocolate”; según datos de La Ley de Ingresos de la Federación 2020.
En el Diario Oficial de la Federación se establecieron los costos y requisitos para la regularización de los autos chocolate en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas.
Los autos chocolate son vehículos que ya no se comercializan en nuestro país y circulan de forma informal, a la vez que no cumplen con las normas de emisiones vigentes como también los autos que son introducidos a nuestro país comúnmente procedentes de Estados Unidos y Canadá.
Uno de los requisitos que deben cumplir estos vehículos es el año, -el modelo debe ser mínimo ocho años anterior al año en el que se está realizando la importación definitiva-, así como también, el propietario deberá realizar un pago de 2 mil 500 pesos, deberá ser una persona física con mayoría de edad, ser residentes de alguno de los 10 estados antes mencionados, manifestarse bajo protesta de decir la verdad de que el vehículo no se encuentra en los supuestos previstos en el artículo 5 del decreto
El trámite a realizar es el de importación definitiva a través de un agente o agencia aduanal y el nuevo propietario deberá presentarse en la aduana. También deberá realizar el trámite señalado en la Ley de Registro Público Vehicular y demás disposiciones aplicables en la materia, que al efecto establezca la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en colaboración y con el apoyo de cada uno de los estados participantes.
El decreto estuvo vigente hasta el 20 de Julio de 2022, según el DOF, los ingresos obtenidos de las regulaciones serán destinados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre otras acciones, para la pavimentación en los municipios que correspondan conforme a una distribución porcentual basada en el número de vehículos regularizados y registrados de acuerdo con el domicilio del importador.
Los detractores de la importación de estos vehículos argumentan que son viejos, muy deteriorados e inseguros, también que afectan a los vendedores establecidos quienes tienen vehículos nacionales y al ser los vehículos chocolate más baratos, los consideran como una competencia desleal.
Los vehículos que ya ingresaron de manera ilegal, al estar ya en nuestro territorio, no pagan ningún tipo de impuesto y dejan de generar ingresos fiscales.
Cuando se ingresa un vehículo de manera ilegal, no se puede acreditar la propiedad del vehículo, impidiendo que se puedan realizar trámites como emplacamiento, expedición de tarjeta de circulación o incluso asegurarlo.
Asimismo, es complicada su venta por no tener documentos que amparen la legalidad del vehículo en el país, no se puede respaldar ante un siniestro o robo de este.
Según Guillermo Rosales Zárate, vocero y director general adjunto de la AMDA, es una situación de impacto negativo por múltiples variantes, “representa un premio a un acto ilegal y eso sigue generando el estímulo para la ilegalidad”.
