Desafortunadamente la pandemia afectó todos los ámbitos de la vida cotidiana, trabajo, industria, turismo, hotelería, industria restaurantera y sobre todo la salud, la industria del automóvil fue afectada desde diversos puntos, muchas fabricas cerraron temporalmente disminuyendo la fabricación de diversos componentes automotrices.
Esto llevo a la baja producción de vehículos y al haber escasez de éstos, los compradores se volcaron a la compra de autos usados o seminuevos para evitar la convivencia en transporte público. Muchos optaron por comprar vehículos que les ayudaran a trasladarse sin tener que exponerse a un contagio en el transporte público.
Uno de los componentes que más afecto a la producción de autos, fue la falta de chips, como ya lo habíamos mencionado, la suspensión de producción de algunas fábricas(lo cambiaría por industrias para no redundar la palabra fábricas), así como el incendio de una de las fábricas de mayor producción de estos componentes y la alta demanda durante la pandemia de celulares, tabletas y equipos de cómputo que facilitaron los trabajos y estudios desde casa; causando que al reanudar la producción de autos, la escases de chips fuera muy alta, ocasionando la suspensión de ensambles de vehículos afectando el inventario de distribuidores.

Ya teniendo los chips no es tán fácil que se renueve la producción de vehículos, también se requiere de otros materiales para su ensamble; entre ellos el gas neón, un gas que en mayor porcentaje proviene de Ucrania, para ser más exactos el 70% de este gas proviene de ese país, el cuál mantiene una guerra con su vecino Rusia.
La consultora J.D. Power menciona que el alza en los precios de autos ha subido 14.8% en promedio, aunque algunos especialistas mencionan que el aumento en algunos modelos ha superado el 30%, sobre todo en autos usados.

En el caso de autos nuevos, de 2005 a 2022 los precios han incrementado en un 150%, ya que los autos más baratos, estaban por debajo de los 100 mil pesos en 2005, y en la actualidad, el auto más barato supera los 200 mil pesos; la media se encuentra alrededor de los 400 mil pesos.
Como ejemplo podemos comparar al VW Jetta, que en 2016 tenía un precio alrededor de los 430 mil pesos y ahora, en 2022, ronda los 600 mil el mismo modelo.
Según la Asociación Mexicana de distribuidores Automotores (AMDA), es muy probable que los autos sigan aumentando de precio en lo que resta del año. Para 2023 se espera que se frene el aumento en el precio de los autos, debido a que se tiene pronosticada la estabilidad en la producción automotriz