Los bares son el mejor sitio para tirarnos un rato al placer y al vicio, y a quien se deje ¿A poco no?

Música, bacardi, polvo y mujeres. Un coctel que saca lo mejor de nuestra doble y triple moral.

Esta vez acudí a un botanero de mala muerte con el ‘Chueco’ (El ministerial estrella que ha resuelto casos como: Los linchados de Huauchi, el asesinato de Ceci, el reo que se suicido de un balazo en la nuca, el bebé Tadeo…).

Mi sorpresa es que encontré una gran cantidad de caras conocidas: juniors, abogados, políticos en desgracia, periodistas, orejas, soplanucas y un par de Lolitas; todos ellos abandonados a la promiscuidad y al vicio.

Rostros que en un lado son lo correcto y en otro son lo incorrecto.

Personajes que no le temen a la viruela del mono y tiran un rato con uno y al rato con otra.

Vi al hijo de un empresario que frente a su padre es ‘modosito’, meterse desesperado una línea en el baño. -Pinche Tonny, esto es felicidad-

Una muchacha que apenas rebasaba los 23 años y que decía ser mesera, se dejaba meter mano por los clientes que atendía: Iba a una mesa con un par de cervezas y le daba un beso de trompita a su cliente, quien le entregaba un billetito discretamente, después iba a otra y le daba otro besito (ahora de lengüita) a otro cliente, quien le daba un apretón de nalga y le ponía un billetito en su escote, la mujer sonreía y se retiraba meneando su pequeño y bien formado trasero. Cuando llegó conmigo quiso besarme, no se lo permití, pero la llevé al baño a que saludara a mi Glock.

Un periodista que alaba al poder se me acercó y me dijo: Don Tonny soy su fan. Me extendió su mano para saludarme, le puse dos monedas y un par de cacahuates, y le dije: “Ahora aplaude”, no solo aplaudió: bailó y contó un chiste de un panista al que apodan el scanner.

Un político bebía bacardi y me mandó una botella. Vaya regalo.

El político había pasado por todos los partidos: Fue priista cuando tenia que serlo, fue Morenovallista cuando había que mamar de la ubre, hoy es empleado de Don M porque los tiempos y el pueblo se lo exigen, mañana se colocará de chivito en precipicio y se entregará a su nuevo Dios.

La tarde cerró con un par de funcionarias, una de ellas trabajaba en el municipio y otra en la marranera. 

El Chueco las invitó a la mesa.

No se hicieron del rogar.

El alcohol y el polvo nos hicieron hablar de más.

Mientras el chueco y yo les contábamos el numero de muertos que teníamos, ellas nos hablaban de los hombres de poder que se habían llevado a la cama.

Les conté del hombre que había mandado a descansar con los peces.

Ellas contaron del hombre al que no se le paraba con viagra ni con engrudo.

El Chueco contó como fabricaba culpables.

Ellas contaron quienes se arrodillan ante el Don.

Fue una de las mejores charlas que he tenido.

No hubo máscaras.

No hubo galanteos, ni coqueteos cursis.

Hubo revelaciones, insultos, la pasión flotaba y el sexo ronroneaba.

Tomé de la mano a mi nueva CISEN de la marranera para llevarla a lo oscurito, cuando voltee puede ver Sodoma y Gomorra y que en la promiscuidad cabemos todos.

Y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Columna ficción.

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