El día de hoy, Claudia Rivera fijó postura sobre la elección de la nueva dirigencia del Consejo Estatal de Morena en Puebla, al echarles su bendición para que hagan bien su trabajo y para que le echen ganas (a ver si sí).
Y es que vale la pena recordar que el acarreo, la compra de votos y el proceso cochino que se vivió hace días en el Estado de Puebla para renovar las consejerías distritales de Morena, surtieron el efecto que esperaba el artífice y titiritero de esta situación, Luis Miguel Barbosa Huerta, pues al obtener un nutrido número de consejerías, consiguió hacerse del control del partido, ya que la diputada local con licencia y muy afín a él, Olga Romero Garci-Crespo resultó electa presidenta del Consejo Estatal.
Pidió al nuevo consejo, que trabajen por la unidad del partido y abonar a la construcción crítica de las causas sociales. Remató recalcando que ella y su grupo político seguirán trabajando como lo han venido haciendo desde hace muchos años, con partido o sin él. Pidió a la nueva dirigencia que se pongan las pilas, porque ella seguirá haciendo trabajo con las bases.